Actividad 7 - Reflexión sobre el Libro Blanco de la Profesión Docente y su Entorno Escolar

¿QUE ES ESTO DEL LIBRO BLANCO?

Un libro blanco, informe blanco o white paper es un documento o guía con autoridad con el objetivo de ayudar a los lectores a comprender un tema, resolver o afrontar un problema, o tomar una decisión.

Los Libros blancos tienen como objetivo servir de guía estratégica en relación al modo de abordar un determinado problema, a partir de una aproximación holística a su diagnóstico, frecuentemente incluyen la participación de todos los agentes relacionados.

Informe sobre la situación educativa del país en 1969 y presentación de la reforma de la educación que se pretende llevar a cabo.

La primera parte del Libro Blanco contiene un análisis de la situación actual de la educación en España y de sus principales problemas, como la excesiva rigidez del sistema, el déficit de puestos escolares, los problemas derivados de la democratización de la enseñanza, como el aumento de necesidades presupuestarias y estructurales.

El objetivo de un LIBRO BLANC0 (White Paper) es presentar un conjunto de informaciones y propuestas seleccionadas, sintetizadas y ordenadas con rigor, que sirvan para iniciar un debate y ayudar a quienes deben tomar decisiones sobre un tema. Suelen ser textos técnicos, dirigidos a especialistas, sin concesiones literarias.

Pero las cuestiones educativas afectan a toda la ciudadanía y reclaman de ella colaboración, porque “para educar a un niño hace falta la tribu entera”. Por eso, este Libro Blanco está escrito para ser leído por un público amplio y huye, pues, del esquematismo habitual, que está recogido en el Resumen ejecutivo que lo acompaña.

Nos parece conveniente que la sociedad conozca mejor el mundo educativo, que tanto va a influir en su vida, para que esté dispuesta a colaborar con él.

Necesitamos un PACTO SOCIAL por la educación, que impulse un pacto político, y los autores desearíamos contribuir a crear el clima necesario para conseguirlo.

El presente estudio se ocupa de la profesión docente, sin tratar otros temas esenciales para la mejora de la escuela –factores socioeconómicos, currículos, estructura general del sistema educativo, financiación, etc.

Sin embargo, no se puede hablar del docente sin hablar de la escuela, ni hablar de la escuela sin mencionar su entorno.

El sistema educativo es más amplio que el sistema escolar, de la misma manera que el éxito educativo es más amplio que el mero éxito escolar.

En este Libro Blanco, al hablar de escuela nos referiremos a todo el sistema de educación formal no universitario, al que consideramos poderoso motor social, fuente de equidad y de justicia, y también factor esencial de progreso económico.

Algunas de las propuestas:

 PROPUESTAS

PRIMERA PROPUESTA

Consideramos que la enseñanza básica, en especial la obligatoria, es la gran fuente de posibilidades de una sociedad, el fundamento de su nivel de vida cultural, político, económico y ético, la gran creadora de capital social.

Constituye por ello un dominio dotado de su propia autonomía teórica y práctica, que consciente de su responsabilidad puede pedir al resto de las instituciones que colaboren con ella. La inversión intelectual y material que se haga en ella será la que mayor retorno produzca a la comunidad. 

Cada momento histórico ha planteado demandas distintas a la escuela.

El nuestro necesita una escuela con competencias más complejas y cambiantes, lo que exige convertir la docencia no universitaria en una profesión de alto nivel científico, técnico y ético.

El objetivo de la escuela es conseguir el éxito educativo de todos los alumnos, ayudarles a que alcancen sus mejores posibilidades intelectuales, afectivas y éticas, con independencia de su procedencia social, económica o cultural, defender sus derechos y favorecer su integración en la vida laboral y ciudadana.

Es, pues, una escuela inclusiva dirigida a impulsar el talento de cada alumno, y una escuela expansiva porque debe salir de sus muros y actuar sobre su entorno.

El docente debe ser protagonista de esa tarea, para lo cual no puede trabajar aislado.

En el aula debe converger todo el apoyo y la energía del Centro educativo, la cooperación de las familias, la interacción con otras instancias del sistema educativo –el resto de las escuelas, los centros de formación del profesorado, la inspección– y también la cooperación de instituciones no específicamente educadoras, pero, que pueden tener una poderosa incidencia en la educación, como los servicios sociales, los ayuntamientos, el servicio de salud.

El modelo de escuela que necesitamos debe atraer a todas las fuerzas sociales que puedan ayudarla, e irradiar iniciativas y actividades que mejoren el entorno educativo.

Debe seguir el mismo dinamismo que ha transformado a instituciones culturales como las bibliotecas públicas o los museos, que han pasado de ser meros atractores de usuarios a ser productores de numerosas actividades beneficiosas para la sociedad.

SEGUNDA PROPUESTA

La eficacia del sistema educativo es acumulativa y debe comenzar desde la educación infantil, porque es en ella donde se ponen las bases del desarrollo futuro del niño y, sobre todo, cuando se pueden compensar o eliminar con más facilidad dificultades sociales, económicas o psicológicas que el niño puede sufrir.

Esa misma eficacia debe mantenerse a lo largo de todo el proceso educativo. De acuerdo con los estudios de la consultora Mckinsey la eficiencia del sistema pasa por conseguir:

1. Que las personas con más talento se interesen por la profesión docente

2. Que esas personas reciban una excelente formación inicial y continua

3. Que su trabajo llegue a todos los alumnos y en todas las edades. Un sistema educativo de alto rendimiento debe alcanzar esos tres objetivos.

TERCERA PROPUESTA

Fortalecer y cuidar el Centro como agente educativo esencial, como generador y mantenedor de la calidad educativa es una de las tesis fundamentales de este Libro Blanco.

Desde ella tendremos que pensar la profesión docente.

Hacemos nuestras las palabras de Hargreaves y Fullan: “Instamos a los maestros y directores a derribar los muros del aislamiento del aula y a que conviertan la enseñanza en una profesión más cooperativa y colegiada porque mejora el aprendizaje y los resultados de los estudiantes” .

Nos parece necesario introducir en los programas de formación del profesorado un modelo sistémico de la educación, en el que cada docente, sea cual sea su nivel, tenga una visión completa del futuro educativo de sus alumnos, y sea consciente de que su función educadora se realiza por dos caminos distintos: una acción directa con el alumnos, y una acción indirecta a través del entorno escolar en que el alumno vive.

La ley de la probabilidad educadora nos dice que cuantos más canales educativos concordantes converjan en el alumno, más alta será la probabilidad de que alcance el éxito educativo.

Por eso es necesario implicar a las familias y a otros agentes sociales en la marcha del Centro.

CUARTA PROPUESTA

Debemos tener como objetivo de la formación de profesores un modelo de escuela concebida como comunidad de profesionales comprometidos en lograr el éxito educativo de todos los alumnos.

La calidad de una escuela, su “capital educativo”, su cultura organizativa, la claridad de su proyecto son fuente de progreso personal de cada uno de los profesionales que trabajan en ella y de los alumnos.

Para producir ese efecto de conjunto, necesitamos fortalecer la figura del director y de los equipos directivos, que en este modelo asumen unas responsabilidades extraordinarias.

Hay obstáculos que dificultan esa tarea, como la excesiva movilidad del profesorado y, en especial, el elevado número de docentes interinos.

La situación de interinidad es mala no solo para el desarrollo personal y profesional de quienes la padecen, sino también para la calidad del sistema, ya que no pueden integrarse debidamente en los proyectos de Centro en los que, sin embargo, trabajan.

Recomendamos que el número quede estrictamente restringido a los imprescindibles para el mantenimiento de la actividad docente.

Y también que los directores de los Centros pudieran definir las características de las plazas ofertadas.

En este Libro Blanco vamos a considerar como protagonistas esenciales de la actividad educadora:

a) El docente en el aula. Es el agente decisivo y, por ello, a él dedicaremos la parte más importante del estudio.

b) Los directores y equipos directivos, imprescindibles para la eficiencia de la escuela como institución. 

c) Los departamentos de orientación y las tutorías, poderosos sistemas de apoyo para los docentes, para los alumnos y para las familias.

d) Los servicios de formación continua del profesorado, sin los cuales no se puede asegurar el mantenimiento de la calidad.

e) La Inspección educativa, pieza esencial en la mejora de la escuela En España, al estar dividido el sistema educativo en escuelas públicas, concertadas y privadas, el Libro Blanco deberá distinguir entre aquellos aspectos que afectan a todo el sistema educativo, y aquellos que sólo afectan a los Centros públicos y a los docentes funcionarios.

En este Libro Blanco vamos a tratar fundamentalmente de los aspectos que se refieren al ejercicio docente y a los cambios que nos parecen necesarios para mejorar su calidad, es decir, a las característica básicas de la profesión en general, que tendrá que servir de base para el “Estatuto de la función docente”, que afecta a la parte más importante de la profesión, pero no a toda ella.

QUINTA PROPUESTA

Proponemos la creación de un “Consejo Pedagógico del Estado”, encargado de:

1. Estudiar las innovación educativas internacionales más eficientes y evaluarlas

2. Atender especialmente a los cambios que se produzcan en la utilización educativa de las nuevas tecnologías y de las neurociencias

3. Recoger, evaluar y difundir, las mejores prácticas realizadas en nuestro país, identificando a los mejores docentes

4. Asesorar a las administraciones educativas, a los Centros de formación del profesorado, a los docentes, sobre los procedimientos, currículos, técnicas pedagógicas más adecuadas, gestión del cambio

5. Como institución de garantía social, informar a la sociedad de los más importantes temas educativos que afectan su presente y van a influir en su futuro.

En Estados Unidos, John Goodlad reclamaba hace años la creación de un “Centro Avanzado de Pedagogía”, encargado de estudiar los cambios curriculares y didácticos, las nuevas posibilidades que ofrece las TIC



REFLEXIÓN PERSONAL

Me ha parecido una gran actividad, ya que he podido conocer con mayor profundidad el objetivo de estos Libros Blancos.

Un libro que esta escrito para ser leído por un gran público y que la sociedad conozca mucho mejor el sistema educativo, que por supuesto va a influir en su vida y este dispuesta a colaborar en él.

Es muy interesante leer un libro en el que se den un numero determinado de informaciones que este destinado a abrir debates y ayudar a tomar decisiones sobre un tema.

Considero en mi opinión que es una gran herramienta con mucho poder social y cooperativo.





Comentarios

  1. Hola Jon,
    Coincido contigo. En este caso se hace referencia únicamente al Libro Blanco de la Profesión Docente, pero en general creo también que es una importante herramienta para asesorar en cualquier tipo de decisión sobre cualquier tema tratado. No obstante, creo también que dicha herramienta no debería ser la única a la que se deba acudir para tomar decisiones un tanto más concretas, pudiendo ser empleado para aspectos un tanto más generales.

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